Algunos ejemplos son el coxis, vestigio del esqueleto de la cola, que si se rompe duele mucho.
Otro ejemplo es el apéndice, vestigio del ciego en los ancestros de los humanos que digería la celulosa encontrada en las plantas. Los homínidos al ir modificado su dieta, la digestión del ciego fue haciéndose menos necesaria. El apéndice produce algunos glóbulos blancos pero nos sirve para poco o nada, y si se inflama se produce la conocida apendicitis.
También la muelas del juicio, que ocurre algo parecido como con el apéndice. Servían para ayudar a la masticación del tejido vegetal y, al cambiarse la dieta, ahora no sirven de nada y en muchos casos hay que quitarlas por cirugía, algo muy doloroso.
Como último ejemplo, el dedo meñique del pie, utilizado por los homínidos, junto con los otros dedos, para agarrarse y maniobrar ágilmente por las ramas de los árboles. A los seres humanos nos sirve para ayudar a centrar el pie en su apoyo y facilitar el equilibrio y la posición de la planta del pie, pero solo en el caso de andar con el pie desnudo ya que con el calzado puesto, lo cierto es que apenas se ejercita y en realidad, podríamos caminar sin él.
Estos son solo unos pocos ejemplos pero hay más partes del cuerpo inútiles que no necesitamos (pezones masculinos, los músculos que nos permiten mover las orejas, el tercer párpado que mantemos en común con los reptiles y las aves...) y son indicadores de que la evolución es un hecho.
Hasta la próxima!!
Hoy me he acostado sabiendo algo nuevo, seguiré pendiente a ver si publicas mas cosas son interesantes
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